Desde las elecciones municipales del 2000, toda la población brasileña elige, por medio de una urna electrónica, quien irá a representarla. A pesar de la tecnología haber sido adoptada con éxito para la votación, en aquella época, el procedimiento de identificación del electorado aún dependía integralmente de la intervención humana –  los miembros del colegio electoral recibían los documentos de la persona que fuera a votar, verificaban sus datos, digitaban el número en el padrón de la urna electrónica y, si el registro del título electoral estuviera en aquella sección, liberaban la urna para votación,

Biometria.jpgPara tornar el proceso electoral aún más seguro y evitar que una persona votara en lugar de otra, la Justicia Electoral dio inicio al proyecto de identificación biométrica del electorado. La adopción de la biometría ha reducido significativamente la intervención humana en el proceso de votación. La urna solo es habilitada para votación cuando el lector biométrico identifica las huellas digitales de la electora o del elector, las cuales son verificadas electrónicamente a partir del banco de datos unificado de la Justicia Electoral.

En las elecciones del 2008, la biometría fue probada por primera vez en los municipios de São João Batista (Estado de Santa Catarina  - SC), Fátima do Sul (Estado de Mato Grosso do Sul - MS) e Colorado do Oeste (Estado de Rondônia - RO). Después del éxito de la revisión biométrica en las tres ciudades, la Justicia Electoral decidió continuar, en 2010, el proyecto de identificación biométrica del electorado en otros 57 municipios. De esta manera, en las elecciones generales de ese año, 1,1 millón de electoras y electores de 60 municipios de 23 estados votaron después de realizada la verificación por la tecnología de biometría.

En las elecciones del 2014, cerca de 21 millones de ciudadanas y ciudadanos de 764 municipios de todos los estados y del Distrito Federal pudieron utilizar la identificación biométrica. En las elecciones de 2018, diferente de otros años, el número de personas sometidas a la biometría, ya alcanzaba más de 85 millones. En el 2020, aproximadamente 120 millones de brasileñas y brasileños ya habían realizado el registro biométrico.

Debido a la pandemia SARS-CoV-2 y en atención al Plan de Seguridad Sanitaria elaborado por el TSE en conjunto con el Ministerio de la Salud de la República Federativa de Brasil (por medio de la Fundação Oswaldo Cruz - Fiocruz) y los hospitales privados Albert Einstein y Sírio-Libanês, no hubo identificación biométrica del electorado de todo el país, y suspendieron el registro de las nuevas biometrías hasta que la presente situación de emergencia sanitaria se regularice.

De todas maneras, se espera que casi 100% del electorado esté apto para votar con identificación biométrica hasta las elecciones del 2026.

Más informaciones sobre biometría pueden ser consultadas (en portugués):

Biometría – preguntas frecuentes  

Estadísticas del electorado

Equipos usados en la colecta biométrica (formato .PDF)

La Justicia Electoral, preocupada con la mejoría continua de las elecciones inició, en 2008, una etapa más de modernización del proceso electoral con la implantación del Programa de Identificación Biométrica, utilizando la tecnología para el reconocimiento individual del electorado, basada en datos biométricos (dactilares). 

En aquella época, el sistema de identificación, etapa preliminar y fundamental del proceso electoral, exigió la atención de esta Justicia especializada principalmente en relación a los dos aspectos: el proceso de identificación de la electora o del elector en la sección electoral y las técnicas que detectan la duplicidad de las inscripciones en el Padrón Electoral.

En cuanto al primer aspecto, el objeto del proyecto es la evolución del proceso de identificación en el momento en el que la persona asiste a las urnas, mejorando esa etapa por medio de los mecanismos tecnológicos, como los datos biométricos. De esta forma, se fortalecen los criterios de seguridad de la habilitación para votar, anteriormente restrictos a la validación de documentos de identificación – procedimiento manual que daba margen a fallas – y al control por parte de fiscales de colegios y fiscales de partidos políticos.

En lo que se refiere al segundo aspecto, son efectuados en el Padrón Electoral procedimientos que garantizan la unicidad de los registros contenidos en la base de datos. Las dactilares colectadas de las electoras y de los electores son comparadas una a una con todas las otras almacenadas en el registro por medio del Sistema Automatizado de Identificación por Huella Digital (conocido en inglés por Automated Fingerprint Identification System – AFIS), posibilitando la identificación de personas con más de un registro. Después de un procedimiento investigativo, confirmada la ocurrencia de duplicidad, una jueza o un juez electoral competente determina su exclusión.

Desde el inicio del Programa de Identificación Biométrica, el número de personas con registro biométrico viene aumentando progresivamente. Sin embargo, por primera vez desde 2008, los trabajos de colecta biométrica fueron suspendidos en el año 2020 por la emergencia sanitaria a raíz de la pandemia de Covid-19.

A pesar de la suspensión, el TSE viene buscando aumentar el número de registros biométricos por medio de acuerdos de cooperación técnica con entidades públicas que también realizan colectas biométricas, como el Departamento Nacional de Transito (Denatran por su sigla en portugués) y la Policía Federal, entre otros. A partir de estos acuerdos, la Justicia Electoral podrá agregar a su registro los datos recolectados por estas entidades aliadas, de una manera por la cual se evite la asistencia obligatoria a las notarías electorales, se pueda reducir costos y cumplir con el objetivo de colectar la biometría de 100% del electorado hasta las elecciones de 2026.

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Biometría actual por UF o por municipio